Por Edgardo Scott
Primera persona pasajera, cuerpo en transformación, lengua que se busca y se desea. visitante se anima a mostrar el desgarro entre quedare y arriesgarse a salir, caminar y caer, caminar y romper, salir y ver que no es fácil, pero vale la pena, como todas las grandes aventuras, los grandes viajes.
Karina Macció
"Los seis poemas que
componen el libro están traducidos al inglés por Ben Darlington. Los
poemas de Maugeri recorren lugares. Así, Amsterdam, Ruta 2, San Telmo,
Chacarita, pero también un simple postre (Breckenridge) o el epílogo,
son como frutos que se irán desgajando, a través de la escritura, en -y
tal vez la palabra venga al caso- intraducibles experiencias. Y el viaje
es la gran metáfora de la experiencia, así como cada lugar preciso es
metáfora del mundo. La voz de Maugeri es una voz joven, pero
madura. Ofrece esa tensión, ese vaivén, esa alternancia. Y así como hay
una tensión entre las dos lenguas, una al lado de la otra, una a cada
página, hay otra tensión en los poemas, entre la juventud y la madurez,
entre lo falaz y decepcionante de lo ilusorio, y la huella real de la
experiencia: “vagabunda pero obediente/salvaje y dócil/hasta los
animales de la calle/hasta las bestias/ independientes/necesitan
cuidado”."
Reseña publicada en La Máquina del Teimpo
No hay comentarios:
Publicar un comentario