domingo, 5 de julio de 2015

Gabriela Aristegui * Una inquietud


Una inquietud
Todo comienza en la incomodidad del cuerpo, en el mío.
Me pasa por la carne.
Se expande. Se acrecienta. S e a b r e e e e
Entro.
Con locura, intento algo del calmar: Ama Alma Mar Calma
Intento despojarme (hago todo para despojarme)
Desnúdate ya! Dale, Desnúdate!
Atrevidamente me sumerjo en esa nube, en su espesor.
Una idea cemento que me deja hosca, tallando recovecos (intentos)
Entro despacio, entro maníatica.
La mejor manera de autorizarme en el desvarío: declararme de entrada enajenada
(entre lo que pienso y lo que escribo)
Hay una escansión donde no soy yo, es otra. Una escisión.
Se abre una válvula y la cola de agua sale potente, blanca, desbordada.
Colores alrededor. Blancos y verdes hoy me acompañan.
Entrañable lugar en mí. Me habito.
Camino por el borde, por lo litoral. Las letras bailan,
las hago danzar.
Las acomodo. Las desparramo. Juntas o Separadas ellas me agradan.
Yo juego.
Armo y Desarmo historias. Tejo fantasías. Descoso utopías. Vuelo
Escribir abiertamente perturbada. Agujereada. Desbordada.
(Todo al mismo tiempo)
Entro a la imagen de una letra distinta. Una alucinación casi tardía en mi vida.
Pero llegué a tiempo.
Puedo, aun puedo.

Escribir.


Gabriela Aristegui, 2015.




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