sábado, 8 de marzo de 2014

Respiro abriendo las fosas - Virginia Janza

no te llega agua al molino
pero las astas se mueven
giran y giran
bombea
mi molino rojo
de damas camelias y ajedrez chino
Respiro abriendo las fosas
cierro los ojos
no ver lo que viene es una gran cualidad
y sin embargo
nunca me partieron la boca de un beso
(qué estupidez, los labios ya vienen partidos
se separan con el primer grito al nacer)
si pudiéramos dividir la lengua
seríamos bilingües
o serpenteantes asesinas
después de todo, la asociación está implícita
implicada en nuestro ondular:
las BOAS se acercan despacio a su presa, se arrastran,
esperan, esperan, esperan –paciencia les sobra–
se posicionan cerca y sacan la lengua con un ligero
sonido sibilante, apenas entornan los ojos (que nunca
desvían de la víctima), retuercen el cuerpo de placer
y se lanzan DE GOLPE, sorpresivamente, aun para quienes
esperaban el salto.
Una vez atrapada la presa, la boa se queda inmóvil,
presionando, o de nuevo esperando a que deje
de respirar, se separa con un movimiento lento
y precavido, y se traga su bocado sin más.
Lo mejor es no dejar sangre en la escena.
Actuar asépticamente excepto por
el molino rojo que sigue y sigue girando
moviendo los brazos como banderines
es el testigo
la prueba que hay que desaparecer
deberíamos planear cómo matar al molino
aterrizar despacio
ser una mosca
después de todo los insectos viven en él
bacterias hongos vampiritos criminales
        /que se llenan la boca de rojo
me pregunto para qué
sirven los inventos
si las cosas más simples
siguen siendo imposibles:
matar un insecto
destruir al molino
hachar el árbol
partirle a una la boca de un beso.

Qué estupidez, con una sierra podría
pero entonces si el molino se deja de mover
la sangre no fluye
hongos bacterias pequeños insectos adentro mío
quedarían a merced del Gran Cuerpo
con sus luces y sus techos y sus antiparasitarios
renovando
un viejo contrato entre hombres
que todavía le temen a la naturaleza
y siguen esperando
plantar un hijo
escribir un árbol
tener un libro.

Virginia Janza, Lado Géminis.
Viajera, 2012.

Ernst L. Kirchner

viernes, 7 de marzo de 2014

No es casualidad - Cecilia Maugeri

No es casualidad
no es una excepción
siempre duele
de nuevo
otra vez
hasta que te duela demasiado
hasta que deje de ser sólo un moretón
una cascarita
y sea un derrame un desgarro una hemorragia
y te suelte la rabia
Vladimir Orlovski
la baba de espuma
la lágrima entredientes
bien mordida
se desnutre
qué pobre
qué bronca de nada
qué tristeza
vale así, triste
diluyéndose
saliva dulce
honda
agua de lago
¿sabías que en el fondo eras lago, de corrientes oscuras,
/de agua dulce, fría, densa, azul, verde y espejada?
¿por qué pretender la espuma?
toda la fuerza puesta en el choque
todo por saber
que el agua puede a la piedra
que en algún momento
algún día
la piedra cede
y es arena
y se vuela
y sólo te queda
una piedra nueva
¿querés probar?
¿decís que es esta piedra en particular?
¿decís que habrá otras que se partan y puedas inundar?
¿decís que hay piedras que por dentro,
/en realidad, son agua?
Es tan claro
no sos mar
sos lago dulce y frío
de lecho de piedras
sos casi
te falta un detalle:
quedarte quieto
no mirar al mar
no escaparte entre la sal
si sabés que adentro tuyo nada flota
se hunde en todo su peso
hasta el lecho
mi pecho
despecha la arena
sacude
en el medio
sostiene
toda el agua que cabe
se estanca
espera y se queda
de piedra


Cecilia Maugeri, Malapalabra.
Viajera, 2009.

jueves, 6 de marzo de 2014

espina - Mauricio Dreiling


–¿Qué estás pensando? –me pregunta Feisvuk.
–Todo lo que duele duele... –le digo.
No me contesta.
Bien sabemos que no entiende de estas cosas.








espina /


Mauricio Dreiling, Vidrio.
Viajera, 2013.

Zoltan Bojus

miércoles, 5 de marzo de 2014

El aire frío - María Victoria Verzura

El aire frío
no tiene por qué ser
un buen augurio.
Me hundo la mano
y encuentro
inundado
el negro flujo
de los años viciados.
Yo no me imagino el infierno
–no me lo quiero imaginar–
cadáveres deambulando
sin rumbo
comiéndose unos a otros.
El calor se ve sin sentirse
piel re seca
podrida
¿quién dice a dónde iremos
tal vez el paraíso
no es para quienes hayan amado
equivocadamente
tal vez los ángeles
nos hayan traicionado
por qué dios no pone orden
por qué no se acerca
por qué no limpia mis pulmones
por qué a veces me hace vivir en este caos
sólo por amar?


María Victoria Verzura, Sentir Óseo.
Viajera, 2010.


martes, 4 de marzo de 2014

el ijo - Perla Ericlée Quinteros


el ijo
birrealidad
en el parafrente
es decir
un horizonte
tan cercano
tan a mano
qué has tío
lo con creto
domestico
idea les
les tuerzo
las patas
a los gatos
(quintas inclusive)
con tal de
sostenerme en pie.








Acciones realizadas: elegir, domar, torcer, sostenerse
Birrealidad: parafrente en horizonte y parafrente cercano
Domesticar: buscarle la vuelta a lo concreto para que se ajuste a los ideales

Conclusión: los gatos se sostienen con más facilidad que los humanos, independientemente del número de patas que posean.





Perla Ericlée Quinteros, Lengua Espiral.
Viajera, 2009.

The Silence, Edward Hopper

lunes, 3 de marzo de 2014

Llenarse de tiempo - María Victoria Verzura

Llenarse de tiempo
inflado
no tener que reprimir
nada
todo al alcance
salvo:
el cuerpo
desmoronado
astillas repartidas en formas desiguales
                        ¿y para qué
                                     estos segundos?
                    si son eternos
no alcanzan
la cura es larga, incierta
carcome el impulso
                          quiero                puedo
                 –no puedo–
ocio inútil
se hace espera
me desespera
hasta colmarme de preguntas de cambios
nada fluye
todo se mueve
                    –si se mueve–
las manos          los dedos           los hombros
         los días             me quedo
sentada
concibiendo
el milagro


María Victoria Verzura, Sentir Óseo.
Viajera, 2010. 


Girl with a doll, Jules Pascin

sábado, 1 de marzo de 2014

Fragmentos del subconsciente - Martín Jiménez Guerra


Me enrosco con vos y doy dos vueltas a mi cabeza. La aprieto con las miserias. La ahorco con los errores. La alejo de mí para poder abrazarme a algún recuerdo que amalgame un poco el dolor. Y nada importa si no existe la felicidad. Nada importa si hoy me muero un poquito más. Nadie está imposibilitado de amar. Nadie lo está, pero que poco amamos cuando sólo late el cerebro. El amor sucede, claroestá, pero qué torpes los pies de ese amor cuando nunca supimos besarnos sin la boca. Me desenrosco de vos, y el efecto lateral de extrañarte me toca el hombro con los largos dedos de la ausencia.

Extraído de Fragmentos del subconsciente.

Martín Jiménez Guerra, Hormigas en las venas.
Viajera, 2013. 

Robert Doisneau