jueves, 24 de mayo de 2012

Viajera Editorial visita Ruido de Palabras

Viajera Editorial visita Ruido de Palabras en San Isidro
Ciclo de Lectura y Teatro

 Sábado 2 de junio, 20 h
Ituzaingó 632 - San Isidro


Lecturas:
Eugenia Coiro
Deborah Hadges
Javier Fiecconi
Virginia Janza
Mana
Karina Macció
Cecilia Maugeri
Diego Recalde
 

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miércoles, 23 de mayo de 2012

ranamadre en DesmenuzArte Mejor

por Rubén Sacchi

Sería sencillo decir que ranamadre es un libro acerca de la madre y la maternidad. No estaría equivocado, pero seguramente simplificaría la complejidad de la poética de Nadina Tauhil.
Los versos “Porque las madres somos/ así protectoras”, serían una prueba de ello, pero la maternidad conlleva otras cuestiones. No está ausente el mensaje edípico: “Las ranamadres no sólo pierden a sus hijos, también pierden la piel: quedan en carne viva”, “los que alguna vez fueron mis hijos (...) volvieron a mi útero”; además del cambio de rol y el consecuente temor al crecimiento: “ya no queda nada de mí en la bolsa/ me asfixiaba/ me fui” y el rechazo al diván: “no quiero que miren mis cicatrices/ que miren para atrás y lean/ todo eso/ que yo no quiero 
decir”.

El cantautor Moris decía: “estoy muy encerrado en mi prisión de carne y hueso”, quizás sea el sentimiento de una madre mientras toda su atención se centra en ese cuerpo, que es muchos cuerpos, cuando la sexualidad pasa a un segundo plano: “quiero ser muñeca/ de ojos azules/ y levantarme el vestido/ y tener las piernas cosidas// nada entra y nada sale”, sólo queda ese “temor agazapado/ en lo más hondo de mí”

Reseña publicada el 23 de mayo de 2012 en DesmenuzArte Mejor

malapalabra en La Máquina del Tiempo


La "malapalabra" no es una, son todas las palabras. Es la "bolsa de gatos" de la lengua, que incluye todo lo que decimos, sentimos, pensamos (todo lo que somos).
Cecilia Maugeri nos da un hilo fuerte y brillante, hecho de letras que laten, fluyen, (nos) llevan. Estos poemas persiguen, a través de la indagación íntima, del re-planteo radical del ser y el hacer, de la dolorosa comprobación de que vivir y decir son muy diferentes, la leve esperanza de que la palabra poética sea capaz de mutar, y entonces adquiera sentido. Seguro, dulce, sorpresivo, el ritmo de cada poema se impone, como oleadas variadas y constantes que van envolviendo, que atraen hacia el fondo (el fondo de sí, de todo).


"hacerme nervadura
brotar
quedar hecha torrente de palabras
latiendo, golpeando
reluciendo
sin poder evitarlo
sin poder
negar
arrepentirse
volver atrás
o esconderse
porque ya está
ya lo dije
y ahora es
en mi cuerpo
la palabra verdad"


En malapalabra, la lengua se resiste a nombrar, se pelea con sus límites en las representaciones y se hace material maleable, músculo de lo literario.
Entre los discursos interrumpidos, los juegos de ritmo, la voz se arriesga a sugerir más que a decir. La unión de los poemas genera cierto misterio por las series que nos presenta "palabra mala", "contra la pared" y "bajo techo" son los tres grupos en los que se unifican los poemas. El espacio se torna refugio de los versos, como si hubiera que protegerlos del referente externo, ese mundo otro, que sólo ingresa por las hendijas.
La pregunta que surge, tal vez, es cómo acercarse a un poeta que recién comienza a publicar. El problema es pensar en la publicación los orígenes del poeta cuando ellos se encuentran, en rigor de verdad, antes en la voz que en el libro como objeto.


Reseña publicada en La Máquina del Teimpo

lunes, 21 de mayo de 2012

Bengala hotel en La Máquina del Tiempo


Bengala Hotel está construido con ladrillos de palabras reflexivas. Arquitectura que se indaga para no ser sólo algo que se halla ahí, erigido. Despliegue y repliegue son movimientos continuos, como propone Deleuze. Uno repercute en el otro. A medida que avanzamos en la lectura, las paredes imaginarias de este cuarto (hojas) se transforman en pantallas que reverberan con imágenes, proyectando una variedad de personajes y sensaciones. A su vez, rebotan contra otra pared imaginaria: una identidad que aparece sólo por este rebote. Se trata de mirar lo que no está, o lo que si alguna vez estuvo, ha dejado una cicatriz, un fantasma, un recuerdo.

Permanecer en un cuarto de Bengala Hotel es animarse a probar el limbo: ni la vida, ni la muerte, sino ese intermedio donde fluyen las palabras, como bolas que ruedan, burbujas que flotan, o espuma de oleaje, multiplicándose sin cesar. Espacio de reflexión y búsqueda, se levanta en un intento por conjurar las quimeras que nos acechan. Este libro de Eugenia Coiro, escrito con el detalle, con la música de quien degusta y dibuja los versos, es una invitación exquisita a alojarnos entre palabras expectantes, con ojos
abiertos.

Karina Macció


Reseña publicada en La Máquina del Tiempo



martes, 15 de mayo de 2012

lunes, 7 de mayo de 2012

Nuestro paso por la Feria del Libro


¡Muchas gracias a Marta Miranda y a la propuesta del Gobierno de la Provincia 
de Buenos Aires por invitarnos a leer!



Karina Macció y Diario de la Transformación


Virginia Janza y Cecilia Maugeri

             Lado Géminis                                                              malapalabra

Belara Michán y Eugenia Coiro


cuerpoadentro                                                Bengala Hotel 



Nicolás Di Candia y Nadina Tauhil


                                          Léame                                                                          ranamadre 



Virginia, Laura, Karina y Cecilia


¡Gracias por acompañarnos en este hermoso viaje!

viernes, 4 de mayo de 2012

Viajera Editorial en la Feria del Libro!



Sábado 5 de Mayo, a partir de las 19 h
Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires
Pabellón Azul, stand 402 

Presentación de las editoriales
Viajera Editorial, Peek a boo y Poesia Manuscrita
Los esperamos para disfrutar de nuestras novedades
leyendo, escuchando y escribiendo en el living literario!

Vienen a leer los viajeros:
Nicolás Di Candia
Eugenia Coiro
Virginia Janza
Karina Macció
Cecilia Maugeri
Belara Michán
Nadina Tauhil