Morning tea, de David Larson Evans |
Té de frutillas
y el silencio de mi casa
junto al eco de la estufa
recién encendida
y pienso
vuelven a aparecer
mi lengua adormecida
augura lo malo
una muerte
concreta
como la ausencia misma
y los sueños con vos
que ahora también son los tuyos
preguntándome
su razón
y un papel en blanco
que nunca escribí
porque pasaste por mi vida
como si nada
y no es casualidad
nada lo es
cada cosa tiene un porqué
solo hay que saber
percibir.
María Victoria Verzura,
Sentír Óseo, Viajera Editorial, 2010.
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