lunes, 21 de mayo de 2012

Bengala hotel en La Máquina del Tiempo


Bengala Hotel está construido con ladrillos de palabras reflexivas. Arquitectura que se indaga para no ser sólo algo que se halla ahí, erigido. Despliegue y repliegue son movimientos continuos, como propone Deleuze. Uno repercute en el otro. A medida que avanzamos en la lectura, las paredes imaginarias de este cuarto (hojas) se transforman en pantallas que reverberan con imágenes, proyectando una variedad de personajes y sensaciones. A su vez, rebotan contra otra pared imaginaria: una identidad que aparece sólo por este rebote. Se trata de mirar lo que no está, o lo que si alguna vez estuvo, ha dejado una cicatriz, un fantasma, un recuerdo.

Permanecer en un cuarto de Bengala Hotel es animarse a probar el limbo: ni la vida, ni la muerte, sino ese intermedio donde fluyen las palabras, como bolas que ruedan, burbujas que flotan, o espuma de oleaje, multiplicándose sin cesar. Espacio de reflexión y búsqueda, se levanta en un intento por conjurar las quimeras que nos acechan. Este libro de Eugenia Coiro, escrito con el detalle, con la música de quien degusta y dibuja los versos, es una invitación exquisita a alojarnos entre palabras expectantes, con ojos
abiertos.

Karina Macció


Reseña publicada en La Máquina del Tiempo



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