miércoles, 25 de julio de 2012

Sara Cohen en Viajera Visita


Sara Cohen nació en Buenos Aires en 1955. Es médica psicoanalista. Ha publicado los libros de poesía El poema que insiste (1992), Puertas de París (2000), Escena con cartas (2003), Poemas venecianos (2003), Casas turbulentas (2004), El murmullo y la incertidumbre (2009) y La oportunidad (2012); de ensayos El silencio de los poetas (2002) y La frontera de la lengua (2006), y la novela Veintinueve días de junio (2006).
Traduce poesía de lengua francesa y ejerce el periodismo cultural. 










Aquí, algunos poemas para compartir:


Poemas de La oportunidad (Ediciones del Dock, 2012)

Al resguardo de los árboles

Para mí
haber sido
judía
en París
en 1939
no es más
que una foto
en blanco y negro
puesto que yo
aún no
había nacido

sin embargo cada vez
que me voy de París
imagino la partida
de mi madre
hablo con mi tía
y la interrogo
como si irme
o quedarme deparase
una urgencia

Pasé largas horas
en un museo
frente a los cuadros
de Felix Nussbaum
pintor judío alemán
que viajó
en el último convoy
que partió del campo
de Westerbork
hacia Auschwitz
donde fue asesinado
en 1944…
llegó el 2 de agosto
el 5 de septiembre
Bruselas fue liberada
No quiero reconstruir
la historia a partir
del final…
pero sus figuras
denotan la incapacidad
de dar sentido
a través de una palabra
al sinsentido puro
de la muerte
En su autorretrato del 38
se tapa la boca
son muchas las figuras
de sus pinturas
que se tapan la boca,
hay una imposibilidad,
en esas bocas, así como
en sus máscaras,
que compromete
la identidad,
un juego de máscaras
y la muerte ahí
en el último convoy
que parte de Bélgica
con el pintor
nacido en Osnabrück
y sus escasos
cuarenta años
a cuestas.
En El secreto
fechada Bruselas, 1939,
los tres personajes
dicen y no dicen
con sus gestos
lo que se sabe
a viva voz
angustia desamparo
violencia de la historia
Pero en
El triunfo de la muerte
fechada 1944
ya no hay secreto
los esqueletos músicos
o los músicos esqueletos
condensan todos
sus estudios previos
historia de la pintura
literatura bíblica, símbolo
ruina y caos
No hay asesinato
que pueda con el saber
de esa tela pintada
Sin embargo él es asesinado
cuando los nazis
ya habían sido
derrotados.

Salí del museo
de arte e historia del judaísmo
y fui al Pompidou
ahí pasé otras largas
horas al resguardo
de los árboles
de Mondrian

Los árboles no mienten

La memoria de los jardines
es infinita, pero no siempre se
percibe a simple vista

La pintura devino
para Mondrian
el modo de organizar
el espacio
el árbol azul
el gris y eso que
evoluciona hacia
la abstracción

después de ver
las ramas que atraviesan
el espacio de la tela
y la organizan
es distinto
el árbol
es distinto
el jardín

La sabiduría está en el arte
aunque no sea suficiente…

Desde el Pompidou
se veían los techos
de la ciudad, desde ahí
París era intemporal

Partir/quedarse
el momento justo del partir
posibilitó años después
en otro continente
el encuentro
de mis padres
y mi nacimiento.

Son infinitas las formas
de los árboles, el modo
en el que atraviesan
el espacio

de la tela.


La magnolia


Días atrás
él me había regalado
una magnolia

Cuando dos personas
recuerdan una conversación
piensan en distintos fragmentos
de la misma, o al mismo
lo interpretan de modo
muy diferente

Estábamos él y yo frente
a un barranco, vegetación
invisibilidad del río
y a mis espaldas
una conversación
de desconocidos

Fui a la pescadería
con la magnolia
La vendedora me preguntó
qué flor era
respondí
que era una gardenia
-error-
era una magnolia
Otro vendedor dijo
de ésas queremos
en nuestro jardín
¿Ustedes son pareja?
pregunté
Ella respondió
“por ahora”
Cuando salí
de la pescadería
pensé que me había
equivocado
no era una gardenia
sino una magnolia

Si yo hubiese visto
el río detrás
del barranco, hubiese
imaginado mejor
estoy presa
de la invisibilidad
del río
que según dicen
existe

Es como el tema del amor
¿el río está o no está?
No se puede decir que exista
el amor, ahí donde no se siente
Tampoco se puede negar
el amor, ahí donde
aún perdura

Volví a la pescadería
al día siguiente,
por si de mí
no se acordaban,
dije -yo soy la de la magnolia
-gardenia-dijo ella
y sonreía y
su amor también sonreía
-qué lindo jardín
tienen ustedes- dije, y me alejé
con el salmón.

Lo único cierto es la ficción.





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