lunes, 26 de agosto de 2013

Sobre "La Meta de Gregorio" de Diego Recalde



Recalde dibuja con humor el retrato de un artista adolescente, cuya transformación lo llevará al comienzo de la madurez. La risa, a flor de piel durante todo el relato, sirve no sólo para deleitarse en la lectura, sino para activar esas preguntas que vale la pena hacerse sobre el papel que cumplen en nuestra vida las influencias literarias y filosóficas, los apasionamientos insalubres, las amistades envidiosas, la pertenencia familiar y de clase; en definitiva, todo aquello que nos marca desde niños y en nuestra formación, muchas veces de tal manera que constituyeun obstáculo para mirarnos nítidamente en el espejo y reconocernos como individuos únicos. Kafka lo supo, se sintió un extraño en su propia vida y lo plasmó magistralmente en la escritura. Recalde no niega esta extrañeza, pero la celebra como quien se halla en su cuerpo bien vestido, sabiendo que la risa ayuda a sortear las situaciones más dramáticas, pertrechado para la singular aventura que implica animarse a vivir, a escribir.


Karina Macció



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