sábado, 30 de noviembre de 2013

Los nuevos títulos de Viajera en Fedro y Quiosquito de Libros



Cantata, de María Florencia Giménez de Castro

El fin de la siesta, de Eduardo Camisassa

Hormigas en las venas, de Martín Jiménez Guerra

Vidrio, de Mauricio Dreiling


Ya llegaron a Fedro y Quiosquito de Libros:

No te quedes sin darte una vuelta por estas librerías.


Av.Pueyrredon 659. Ciudad de Bs.As. (054)11 6 745-6005

 
Carlos Calvo 578, San Telmo

Karina Macció en el Mundial de Poesía / versión exhibición 8/12



MUNDIAL DE POESÍA
el último del año / versión exhibición

Domingo 8 de diciembre, 18 hs.
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti
Av. Del Libertador 8151 (C.A.B.A.)

 12 participantes:

Rita González Hesaynes - Estados Unidos
Verónica Barrionuevo - Argentina
Damián Lamanna Guiñazú - Corea
Ezequiel Vila - República Dominicana
Camilo Sce - Australia
Karina Macció - Perú
Flor Defelippe - Puero Rico
Nicolás Antonioli - Nicaragua
Tomás Epstein - Cuba
Alicia Silva Rey - Italia
Alejandro Güerri - China
Fernando de Leonardis - Alemania

Feria de editoriales:

añosluz editora
Viajera Editorial 
Editorial Simulcoop 
PlantaPapel 

viernes, 29 de noviembre de 2013

"Suspendidos" de Ricardo Czikk


Max Ernst

Suspendidos
                                                                                                                                                                                      Hold infinity in the palm of your hand
                                                                                    and eternity in an hour
                                                                                    William Blake

Una pareja joven quiere tener su primera vez. Su inicio. Ninguno de los dos sabe cómo es eso. No se confiesan que confían mucho en el otro y poco en sí mismos. Revelar este íntimo temor mostraría un gesto de debilidad que acabaría con todo. Saben del amor y el deseo que está a punto, de las caricias sigilosas en los pechos de ella, de los dedos de ella que bajan el cierre del pantalón de él, pero que no se ha animado todavía al contacto con la piel. Apretar, moverse, insinuarse, apenas. Nadie lo ve a él ahora en la puerta del instituto de inglés, mientras la espera. Fue clarísima Andrea. Ése era el punto. Arturo no puede creer al verla salir: rubia, jeans apretados, remera lila, empieza a bajar tres escalones furtiva, mirando. ¿Había cumplido él? Claro que sí. 
Los padres irrumpen en la escena con un: Esto se tiene que terminar. Pero es en particular la madre que fuerza. Desea ocupar el lugar de su hija. El padre de Andrea comenzó con su secretaria. La hija sabe que el diafragma es la intervención materna en el ginecólogo de la familia, el Doctor Roizen, testigo de la infamia paterna. La otra rubia, platinada, artificial, apretada y ansiosa por ganar más, pide cuidarse del embarazo extemporáneo, ectópico. 
La descomposición se hace patente, es el avejentarse de todos.
Pleno, ingenuo de su papel en la historia, Arturo admira como ella planea sobre cada escalón, se detiene en el aire, no termina de bajar. Un hada, una diosa olímpica, piensa y sueña que sigue soñando con tenerla. Se siente extraño, extrañado de sí. ¿Cómo semejante belleza, semejante mujer, le permitió tanto? Cómo él, que siempre se quedó mirando desde afuera a las lindas, a las que eran para otros, para los que jugaban bien al fútbol, para los líderes? Desconoce. Se le estrangula la panza. Hasta el momento ha seguido el camino banal de asegurarse la línea de colectivo que los llevará al lugar mágico e inhóspito, un hotel lejos de todo lugar conocido. Subirían juntos, en silencio. Ella se sentaría en un asiento individual. la hora pico y él apenas se sostendría de una barra vertical, intentando equilibrarse al ver cómo ella se pintaría los labios, hacerse más mujer, hacerse demasiado deseable para soportar ese viaje. 
La orden ha llegado como personaje de terror, interrumpe el tiempo, quema los cartuchos. Detiene a Andrea antes de bajar el último escalón del William Blake Institute. Película detenida. Mientras él sueña, ella respira y su diafragma se agita en espasmo que la sacude hasta el perineo.  
El padre a esa hora del crepúsculo llega muy panzón a la casa. Se mira en el egoísta espejo del ascensor y se percibe joven. Como nunca antes. Recuerda con agitación entre sus piernas, los ambiciosos espejos del hotel, la cola redonda, la espalda brillando perlada por las gotitas de sudor, mientras el narcisismo de los amantes se alberga en el engaño. 
Ahora la escena es tomada por la hipocresía burguesa. Pequeña. La falsa conciencia de clase. El padre de Andrea penetra una subordinada, tal como lo haría un señor feudal acreedor al jus prima noctis. El consentimiento de ella no le quita dramatismo a la escena. Cabalga sobre su posesión, una parte ínfima de sus activos en negro y que su declaración jurada omite.
Arturo sabe que es todo simulacro en aquella casa, pero se resiste a confesárselo. Prefiere seguir jugando a las escondidas. La campanita con la que llaman al servicio, la impecable cocina, el comedor diario donde cenan, el amoroso tratamiento entre ellos, (ay mi amor, si gordo, claro hermosa, cómo no honey), lo abochorna cuando lo compara con su padre metiendo el tenedor en la ensalada, a su madre sirviendo la primera pata de pollo al rey de la casa que no agradece, que come gutural, su madre con delantal en la cocina que se quedará lavando los platos. Sola. 
Arturo sigue en vilo, casi ingenuo se podría decir. Andrea continuaría laboriosa, puntillosa se maquillaría también los ojos en medio del vaivén imaginable de un colectivo que no frena en la luz amarilla. Simularían ser mayores de edad y que los dejaran entrar. Sueñan con los ojos abiertos una escena confusa en la que se hallarían a bordo  de un vehículo que los llevaría al destino.
La madre llora desconsolada por lo que está perdiendo, mientras tanto intenta leer un libro de arte expandida en la cama matrimonial tipo king size, enorme para refugiarse de su futuro: grupos de mujeres solas, té por la tarde, suspirar por la usurpación de juventud, por las otras que le robaron el sueño de exclusividad.
Arturo no sabe inglés y no entiende el folleto que le entregan en la puerta, un segundo antes de que Andrea aparezca. Toma en la palma de su mano el grano de arena de la eternidad. El infinito se abre y cae entre sus grietas (¿por qué será que creemos en la solidez del infinito?).
La eternidad en una hora puede ser demasiado vertiginosa. Todo consiste en la convergencia de los tiempos. 
Arturo queda suspendido, congelado, se suma al Olimpo de Andrea.
Suspendida la respiración, se revela su artificialidad, su automatismo.
Andrea, suspendida, etérea y hermosa, no bajará nunca de aquel escalón.


Ricardo Czikk

lunes, 25 de noviembre de 2013

Nadina Tauhil en Viajera Visita



Un fragmento de la performance de Nadina Tauhil en el Ciclo Intervenciones Literarias No Convencionales, organizado por Omara Barra en Clásica y Moderna. La autora de Viajera interpretó textos de ranamadre.


jueves, 21 de noviembre de 2013

"Santiago de Chile" de Jorge Alejandro Vargas Prado - IV Festival de Poesía de Lima



Santiago de Chile

Eres un ramo absoluto de flores
Donde las flores siguen la lógica de los pájaros de luz.
Porque, Chile
Eres un rayo de sol
Una palabra que se susurra
Un monumento de madera y sangre
Y un joven llamado, vamos a pensarlo así, Marco
que es la representación de todo lo que se dispara en el mundo.
O una pistola de flores o el mito sobre el mito que ya no existe.
O un buque de niebla que cubre las playas más ciucas o pitucas de Viña del Mar.
Las nubes rajadas por la luz
Me revelan que:
    Aquí se disparan con hondas los autos.
    Aquí los policías golpean con su armadura de robot.
    Aquí todo se ha intercambiado por dinero: desde las bases espaciales hasta el furor del agua y los pupitres.
Sin embargo, mis ojos hambrientos me cuentan otra historia:
    Que hay cumbia.
    Que hay guasos.
    E inacabables edificios de cristal.
Porque yo vengo del color y la estridencia.
Créeme cuando te digo que eres un ramo absoluto de flores
Donde las flores siguen la lógica de los pájaros de luz.
Y que un joven llamado, vamos a pensarlo así, Marco
Es la representación de todo lo que se dispara en el mundo.
O una pistola de flores o el mito sobre el mito que ya no existe.
O un buque de niebla que cubre las playas más ciucas o pitucas de Viña del Mar.
Pero, óyeme también cuando te digo, Chile.
Que Marco busque en los resquicios de su cerebro, de sus átomos.
Porque se está aprendiendo, otra vez, a escuchar el crepitar de la madera sobre el fuego, el andar de las lombrices, los idiomas.
Y sin embargo a mí, que vengo del color y la estridencia, tu joven Marco, Chile, me ha enseñado a ser joven y la sensación tan cómoda de la cara, los pies o las muletas sobre este suelo que al fin y al cabo, compartimos.

He levitado sobre tu arena, Chile.
Se han desbandado mis ojos sobre tus grafittis.
He reclamado las banderas que se hacen harapos en tus astas.
He roto tu ley y he tomado alcohol después de las 3 de la mañana y así
he hablado en quechua con un hombre rapa nui que me ha hablado en rapa nui.
He intentado salvar del suicidio a un señor cuya vida estaba en el beso de una muchacha.
No había reparado, entonces, en mi propia muerte, que es también un poco la muerte del sol, un poco la muerte de las piedras de Machupicchu.
No había reparado, entonces, en mi corazón enloquecido porque un guerrero mapuche le mostraba mi cuerpo desnudo a la luna y la trataba como a su amante. Porque yo era el amante del mapuche guerrero y la luna, me lo han enseñado, era mi madre.
Porque no quiero podrirme al romperle la ropa de un mordisco al guerrero mapuche.
Porque mi corazón, que aún es niño, se sabe volver cruel de tanto ruido
de tanto miedo
de tanto exceso.
Quién dice que todo está perdido, Chile, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Que es un poco, el corazón de tus jóvenes marchando por miles.
Que es un poco, el corazón de la pequeña hiena que ha nacido en tus desiertos
Y que nadie ha visto.
Pero que existe y nos completa aunque lo ignoremos todo, aunque lo ignoremos siempre.


Santiago de Chile

Huk hatun t’ika t’iqi kanki
maypichus t’ikakunaqa k’anchaq urpichakunaq puriyninta qatipanku.
Imanaqtinchus, Chile
Intiq k’anchayninhinan
huk palabra susihullawan rimasqan
k’aspimanta yawarmanatawan monumenton
hinaspataq huk wayna (paypi rikukun llapan pachamamapi t’aqakuq),
nisunchis, Marco sutiyuq ima
kanki.
Utaq huk t’ikamanta pistola, utaq huk willakuyqa willakuy patapi, manaña kanchu.
Utaq huk phuyumanta buque pakaq mistikunaq quchapatankunata, Viña del Marhina.
Phuyukuna k’anchaypa rayunkunawan raqrasqa
niwanku:
Kaypiqa carrukuna warak’akunamanta lluqsinku.
Kaypiqa policiakuna robot maqanawan p’anasunkiku.
Llapanmi kaypiqa qullqiwan chhalaykun: bases espacialeskunamanta unukama, qillqana hamp’arakunakama ima.
Ichaqa, yarqasqa ñawiykuna huk willakuyta niwan:
Cumbia kanmi.
Guasukuna ima.
Hinallataq hatun qispimanta wasikuna.
Imanaqtinchus nuqa hamuni llinp’imanta, qapariymanta ima.
Ñawinchaway qanmi kanki huk t’ika t’iqihina niqtiy.
Maypichus t’ikakuna k’anchaq urpichakunaq puriyninta qatipanku
hinaspataq huk wayna, nisunchis, Marco sutiyuq
paypi rikukun llapan pachamamapi t’aqakuq.
Utaq huk t’ikamanta pistola, utaq huk willakuyqa willakuy patapi, manaña kanchu.
Utaq huk phuyumanta buque pakaq mistikunaq quchapatankunata, Viña del Marhina.
Ichaqa, uyariway niqtiy ima, Chile.
Marco mask’achun llapan uman k’uchukunapi, t’aqayninkunapi.
Imanaqtinchus waqmanta k’ulluq qapariyninta uyarita, kurukunaq puriyninta, simikunatapas yachakushan.
Ichaqa nuqaman, llinp’imanta qapariymanta hamuq, Marco waynayki, Chile, chay allin sumaq uyaq uyariyninta, kallpayuq chakikunata utaq purinapaq k’aspikunata ima qhawachiwan, kay pachapi, allinpaqpas mana allinpaqpas, phakminakunchis.
Hallpaykipi phalarirqani, Chile.
Ñawiykunaqa grafittiyki patapi wasaparun.
Chay thanta wiphalakunamanta reclamaykurani.
Mana kamachiyniykikunata kasuranichu. Kinsa horas tutamantapi traguta ukhyayurqani.
Runa simipi rimarani huk rapa nui rimaqwan, paytaq rapa nuipi rimawaran.
Huk runata salvayta munarani wañuchikuyta munaspa, paypa kawsayninqa huk warmiq siminpi kasharan.
Manataq, nuqa ñawinchasqanichu, wañuyniy kasqanta, chay wañuytaq huk pisicha intiq wañuynin, Machupikchu rumikunaq ima.
Mana ichaqa yacharaniraqchu, waqa sunquypi imanaqtinchus huk mapuche q’ala kurkuyta Killaman qhawachiq. Chay mapuchepaq Killaqa munaqinhina. Imanaqtinchus nuqa chay mapuche munaqin karqani. Killa, niwankun, paymi mamay.
Imanaqtinchus mana munanichu maqayuyta mapucheq p’achanta qhachuspay.
Imanaqtinchus sunquy, warmallaraq, sinchi qapariymanta, sinchi manchakuymanta rumiyarun.
Pitaq nin “llapanmi tukusqa” nispa?, Chile, nuqa sunquyta mast’anchaq hamuni.
Imataq pisi, waynasipasniykikunaq sunqun, pachaq pachaqpi qapariqkuna.
Imata pisi chay hienaq sunqun, paqarikuq puruniykipi
manataq pipas rikunchu.
Ichaqa chay hiena kashan, amapas yachayta munasunchu, amapas hayk’aqpas yachasunchu.




Jorge Alejandro Vargas Prado



Karina Maccio en el IV Festival de Poesía de Lima


martes, 19 de noviembre de 2013

Adelanto. "El fin de la siesta" de Eduardo Camisassa


El tiempo circular


A veces uno recuerda a los que se fueron.
Y lo hace con los ojos húmedos,
sin comprender que irse y quedarse
es lo mismo.

Los que se fueron
piensan que los que viajaron
fueron los otros.

No es el tren el que arranca
sino la plataforma la que se desplaza.
Algún día se reencuentra el pasajero
con quien lo fue a despedir
y se abrazan con amor.

Casi siempre es lo mismo
porque Macedonio enseñaba que el dolor
se transforma en placer
y viceversa.

La suma da igual.
No hay por qué preocuparse.

Más bien habría que preguntar,
para confirmar, si la última sinfonía
está siempre inconclusa
y por qué es la mejor.



Eduardo Camisassa, El fin de la siesta.
Viajera, 2013.



Rob Gonsalves

lunes, 18 de noviembre de 2013

Anticipo de VIDRIO de Mauricio Dreiling




un poema sin nombre
bajo los ojos
la textura del papel
letras que están
pero se borran
donde hubo aire
hay eso que
de repente aparece
un título pero algo
ya no está
algo crudo
algo reflujo
percibir un final
cuando ocurre
             transfigurado



singular /



Mauricio Dreiling. VIDRIO.
Próximo título de Viajera Editorial.



domingo, 17 de noviembre de 2013

Más sobre Viajera en Sierra de la Ventana

NIcolás Di Candia, Cecilia Maugeri y Karina Macció fueron convocados a mesas de lectura en la IV Feria del Libro de Sierra de la Ventana. Además hubo lecturas junto al fogón en la noche de luna llena.










sábado, 16 de noviembre de 2013

Viajera en Sierra de la Ventana - Imágenes de la IV Feria del Libro


La IV Feria del Libro de Sierra de la Ventana recibió a Viajera con un hermoso predio en el que dispusieron los estands con libros de muchas editoriales como, Semillas, Vacasagrada ediciones, La iguana y la Mariposa, Vox, Serenipidad, Acción Creativa, Terramar, Juan Duvall...





Viajeros en la Feria
Nicolás Di Candia, Cecilia Maugeri y Karina Macció: ¡Siempre de Viaje!










jueves, 14 de noviembre de 2013

"Una suavidad se anuda...", incluido en Bengala Hotel

     


De la serie "Perfume", Nadia María.


                                                                                                                                                              Afuera del limbo está la Vida,                                                                                                              tiene ramas en los ojos.

Una suavidad se anuda a mi garganta
verde como las algas
frescas y resbalosas, estiradas
alrededor de mi cuello.
Las palabras hacen ronda y bailan,
parecen hadas o brujas,
se dicen a sí mismas.
                                                    (No tires
                                                    las manos pesan
                                                    del otro lado de la lámina)

No hay conjeturas, la savia recorre todo por dentro
y el viento es frío
o a veces muy caliente
y se reseca la piel o se pegotean las manos.
Pican los ojos de tanto rascarse por el sueño.
No me puedo dormir.
Estoy despierta y sé que tengo lazos que unen,
por dentro, mi cuerpo.

La Vida no es
una cosita abstracta
que se relata o se acaricia
en frases ordenadas.
A la Vida,
no le quedan bien las palabras.





Eugenia Coiro, Bengala Hotel.
Viajera, 2011.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Anticipo del libro de Mauricio Dreiling. Vidrio.


eso
cómo escribir
supuestos
lo visible invisible
trastocarlo en palabras
versiones de lo ambivalente
                                    después olvidarlo
                                    expulsarlo como si importara
hasta que me aburra
                            y quiera hundir lo mundano


hasta que absorba el silencio
                                          mi voz


eso

cómo escribir eso

interrogante /
Mauricio Dreiling. VIDRIO.
Próximo título de Viajera Editorial.





  

martes, 12 de noviembre de 2013

sacar los hijos de mi sangre * Nadina Tauhil



Brooke Shaden


sacar los hijos de mi sangre
matar una mujer
matarme
destripada por fin
volvernos uno
engendrar copias
degeneradas en mí

filtrarlos de mi sangre y en los restos
una mujer
una sola
copia que me mira

poder cargarlos
en la sangre
mis hijos anhelados
calados en la piel
en los huesos
sentirlos moverse
y seguir

detrás del cuerpo
una mujer
y después
la sangre y mis hijos
por fin llevar
en la sangre
mi sangre
una mujer


Nadina Tauhil, ranamadre.
Viajera Editorial, 2011.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Viajera en la Feria del Libro de Sierra de la Ventana


Este fin de semana Viajera y Siempre de Viaje visitan la IV Feria del Libro de Sierra de la Ventana. 
Llevamos talleres para chicos, de puesta en escena, de creación poética, y además, como siempre, nuestras valijas llenas de libros viajeros. 



domingo, 10 de noviembre de 2013

"Las Viejitas Amalaya", de Eduardo Camisassa. (Fragmento)


Las Viejitas Amalaya
(Fragmento)


El patio estaba listo con baldosones rojos que habían sido baldeados a la mañana. Era una tarde soleada de noviembre cuando se presagiaba el inminente verano. Se entraba de la calle por atrás, por una puertita que había sido ganada al corralón bajo, un metro ochenta o menos. El nene pasaba muchas tardes en aquel jardín, acariciando la tierra, ensuciándose, mirando los yuyos como meditando y agazapado. Al lado del corralón había un sendero que desembocaba en otro más grande, que iba a una puertita de hierro. Muchas veces el nene se preguntaba para qué franquear límites, para qué sirven los candados si tienen combinaciones que alguien sabe y por qué los fondos se comunican con puertas.
Paralelo al corralón, estaba el sendero donde al costado esperaba una planta de quinotos siempre repleta. La casa principal estaba del otro lado y se entraba al patio pavimentado donde una puerta daba a la cocina que era de leña. Cuando se quemaba, dejaba en el fondo un hollín blanco que servía para limpiar cubiertos de alpaca frotándolos pacientemente con un corcho. Al  terminar los baldosones rojos, estaba el patio de tierra donde se ensayó una quinta cultivada a la que venían a buscar limones. O papas, o cebollas o alguna cabeza de ajos. Los quinotos, en cambio, estaban reservados a los más jóvenes, porque para que cayeran había que zamarrear la planta.


Eduardo Camisassa, El fin de la siesta.
Próximo título de Viajera Editorial.



"Boy In A Fig Tree", Kate Johnson

sábado, 9 de noviembre de 2013

27/11 - Gran Fiesta Viajera


"Cusco" de Jorge Alejandro Vargas Prado - IV Festival de Poesía de Lima



Cusco

Cusco, tienes hambre, carajo.
Y tus poetas y pintores y pintoras y músicos de rock parecen gritar: I love the way we are. Incas no more, please, incas no more.
En francés. O mejor en israelí.
“I am a revolutionaire artist ―but these cusqueian cholos are too far away to understand my work”, diciendo hacen videoartes y halagan y lamen, lamen, lamen, lamen, lamen, lamen, lamen, lamen. Porque nos hemos olvidado, o nos han enseñado a olvidar, que hablaríamos todos quechua, si es que al “primer mundo” no se le hubiera dado la gana de hacernos una broma (un chascarrillo) en la que estúpidamente ―día a día― caemos. Como cuando cae una gotera infinita sobre un bloque de concreto ensangrentado.
Pero, Cusco, quién dice que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Yo toco sus cuerpos cuando sostengo el aire o salto en un pie o doy una vuelta con los abrazos abiertos.
Yo toco sus cuerpos porque amo. El alma galopa, baila. Las costillas son tambores. La espalda es un tambor.
Y amo tanto, carajo, que podría encender esta noche entera. Pero amo tanto, que no quiero espantar a los letrados –que son monos, que seguro explicarían el fenómeno de mi amor luminoso a través de ecuaciones.
Porque, Cusco, nos hemos olvidado, o nos han enseñado a olvidar, que el mundo se entiende de otras maneras. Nos han pintado en la boca con brasas “supersticiones”, “creencias”, “brujerías”.  Nos han enseñado a sentir vergüenza de nosotros mismos.
Imitamos mal.
Imitamos mal.
Y todo lo vendemos.
Cusco.
¡Que me envuelvan las fibras de luz! ¡Que se me acerquen mujeres de rubí! ¡Que se me acerquen los ojos de Rimbaud navegando en lágrimas!
¡Oh que mi quilla estalle!
Oh que nos hundamos en el mar de Máncora.
Pero que salgamos con el pecho sacudido.
Y estemos dispuestos a abrazarnos desnudos.
Cusco, tú más que nadie nos pides el gran abrazo universal.
Quiero curar.
Quiero curar.
Quiero curar.
Quiero curar.
Y aunque todos nos griten: ¡Indios de mierda! ¡Cholos conchadesusmadres! ¡Serranos apestosos! Y aunque todos nos deseen la muerte, que es su muerte
Quién dice que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón.

Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor
Un atentado de amor

Qusqu

Qusqu llaqta yarqasqa kashan, karaju.
Qusqu llaqtamanta llinphiqkuna, rock takiqkuna, harawikuqkuna, paykuna qaparinku: I love the way we are. Incas no more, please, incas no more.
Francés simipi, aswan allin israelí simipi.
“I am a revolutionaire artist ―but these cusqueian cholos are too far away to understand my work”, rimaspa vidioartita ruwanku, qispichanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku, llaqwanku. Imanaqtinchus qunqapunchis, utaq qunqayta yachachiwaranchis, llapanchis runa simi rimananchista, manachus “primer mundu”ta qukunmanchu huk chansata (huk chansachalla) ruwayta kanman maypichus upahina ―sapa p’unchay― urmayunchis. Huk yawar sut’u cemento ladrillopataman urmayuq hina.  
Ichaqa, Qusqu, ¿pitaq nin “llapanmi tukusqa” nispa?, nuqa sunquyta mast’anchaq hamuni.
Nuqan kurkunkuta llamini imaynachus wayrata hapini hina, utaq huk chakillapi p’itani utaq kichasqa uqllayuqwan muyuni.    
Nuqaqa kurkunkuta llamini, wayllunirayku. Nuna phawakun, tusukun. Waqtakuna tinyan. Wasa tinyan.
Sinchita wayllukunitaq, carajo, kay tutataraq hap’irachiyman. Ichaqa sinchitapunin wayllukuni, manataq qillqaq runakunata rikchachiyta munanichu. Paykunaqa k’usillu kanku, paykunaqa kay munakuyniyta phaqchirichinkuman matematicaspi hina numerucunawan. 
Imanaqtinmi, Qusqu, qunqarunchis, utaq qunqayta yacharachiwanchis, kay pacha huk clasemanta yachankun nispa. Simiykupi ninakunawan yanachachiwarqanku: “brujeria”. Nuqanchismantapura p’inqakuyta yachachiwarqanku .           
Paykunahina ruwayta munayku.
Paykunahina ruwayta munayku.
Llapan kawsayninchista qhatupunchis.
Qusqu.    
K’anchay millmakuna k’uyuwachun! Puka umiñamanta warmikuna hamuchunku! Rimbaudpa ñawinkuna wiqikunapi wayt’aspa hamuchunku!
Hay, barcoy t’uqyarichun!
Hay, Máncora hatun quchapi chinkaypusun.
Ichaqa chhaphchisqa sunquyuq lluqsirisun.
Hinaspataq llapanchis q’alalla uqllanakuyta munallasunman.
Qusqu, qan manaraq pipashina tiqsimuyu mark’arikuyta munan.  
Hanpiyta munani.
Hanpiyta munani.
Hanpiyta munani. 
Hanpiyta munani. 
Llapankuña “¡indios de mierda!” niwasun chaypas, “¡cholos conchadesusmadres!”, “¡serranos apestoso!” Llapankuña wañunanchista munanku chaypas, chayqa paykunaq wañuyllankutaqmi. ¿Pitaq nin “llapanmi tukusqa” nispa?, nuqa sunquyta mast’anchaq hamuni.

Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay
Wayllunamanta t’uqyay





Jorge Alejandro Vargas Prado (Cusco, 1987) Licenciado en Literatura y Lingüística por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Ha publicado, entre otros, Para detener el tiempo (2008, Grupo editorial Dragostea), Kunan pop (2010, Cascahuesos editores) y T'ikray (2013, Grupo editorial Dragostea). Como recopilador y traductor destaca Déjame, otoño y otros poemas de la rumana Ana Blandiana (2008, Grupo editorial Dragostea) y Qosqo qhichwasimipi akllasqa rimaykuna / Antología quechua del Cusco junto a César Itier y Luis Nieto Degregori (2012, Centro Guaman Poma de Ayala). Su trabajo ha sido reconocido con publicaciones a nivel nacional e internacional y con premios en las categorías de cuento, poesía y videopoesía. Actualmente se dedica a la música en su banda de indie-folk Chintatá y lucha por el fortalecimiento y desarrollo de las lenguas originarias del Perú, en especial del quechua.