Aviso
urgente: toda la Zona Norte del reino se queda SIN PRINCESAS y ese
hecho se está propagando hacia la Zona Sur. Esto se debe a que a las
brujas se les ocurrió la gran idea de envenenarlas para sumergirlas
en el más profundo de los sueños, del que no despiertan hasta que
las bese su verdadero amor. Esto podría no ser problema pero los
príncipes de ahora, unos totales inútiles, temen que al besarlas el
veneno, que probablemente continúa en sus labios, los duerma a ellos
también. En consecuencia, las princesas nunca despiertan y, al morir
sus padres, el reino queda sin nadie que se haga cargo de él. Claro
está, que siempre quedan los hermanos, sobrinos, etc. Pero éstos
tienen tendencia a estar de un lado más bien maligno, por lo cual el
pueblo en cuestión debe temer aún más.
Para
que esto no ocurra las princesas deben evitar comer manzanas,
dudosamente entregadas por viejitas jorobadas. Aunque uno no debería
hacerlo si lo piensa un poco. Los enanos suelen recomendar esto
mucho, hay que hacerles caso.
Ona Hirsch (12 años)
Texto producido a partir de la lectura de "Ayudemos a los sapos" de Nicolás Di Candia, incluido en Léame.
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