martes, 20 de mayo de 2014

Andrea Larrieu - Minuto Magdalena

Estaba decidida a borrarte.
Usé una goma, pero no pasó nada. Era de lápiz.
Probé con la de tinta, pero apenas logré que se esfumara la primer letra. Mis brazos se agotaron.
Mejor sería cubrirte.
Compré una lata de cinco litros de pintura. Pasé varias manos con un pincel de cerdas gruesas. Pero nuestra historia tuvo tanto brillo que atravesaste el blanco.
Compré alquitrán, de ese oscuro y viscoso, ese que no deja traspasar ni la humedad. Me tomé mi tiempo para que no quedara ningún punto libre donde pudieses colarte.
Terminada la tarea, y con el cansancio al borde del abismo, me senté para relajarme. Encendí la radio. Una canción rellena de momentos empezó a sonar.
Me levanté asombrada al ver cientos de notas musicales que salían del parlante. Bailaban, se mezclaban, juntaban, unían, hasta que finalmente quedaron estampadas.
Jovencitas melancólicas e impertinentes.
Tu nombre de notas coloridas estaba dibujado sobre el negro que yo había pintado.


Andrea Larrieu, 2014.

Andrea Larrieu leyendo en el Club Cultural Matienzo

No hay comentarios:

Publicar un comentario