Temprano
esa noche había percibido la falsa alarma de un perfume igual al
suyo. Aguardaba su llegada. Mesa discreta, otros nombres. Miradas de
reojo.
Ahora,
ese instante ya no está. Observó el perfil de su
cuerpo.
Ella
encendió un cigarrillo y, como en otros tiempos, luego de un par de
pitadas se lo cedió sin preguntar. Los dos callaban. Una palabra
tenía el poder de iniciar una despedida. El olor del tabaco limpiaba
la atmósfera. Las sábanas envolvían los pies de la cama. Ruidos en
el pasillo contiguo. Se abría la puerta de una habitación igual a
esa, pero sin ellos. Las cenizas al piso. Él no fumaba. Sus pupilas
estaban fijas. Un segundo, una hora. Daba igual.
Un
brazo vacío cae por fuera del borde de la cama. Recuerda que dos
años atrás había dejado de fumar. Siente frío. Los minutos se
vuelven transparentes. Sigue atado a ella. Recuerda el calor de
quedarse a su lado. Quiere sonreír.
Ella
duerme. Él imagina otra vida.
Mauricio Dreiling. Vidrio.
Próximo título de Viajera Editorial.
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