La línea de la vida
me quedé sin más líneas que las de tu mano
y una voz que anhela templar guitarras
tus manos dibujan sombras de ramajes en mi piel
tatuajes intermitentes que tu sol me otorga
me quedé sin más líneas que las de tu mano
y cuando el mundoespejo duele como viejas heridas
cuando el humo amargo de la vida
revela los signos de todo lo que no alcanzaremos
busco santuario en los versos
que te voy a encajar
(descaradamente)
me quedé sin más líneas que las de tu mano
y cuando lobos buscan, hincarle el canino a la luna
cuando veo ahorcados en todos los faroles de la ciudad
vuelvo al calor de la imagen, estampita de fe instantánea
fotografía desde donde dibujás sonrisas
y olés como una novia confundida entre jazmines
me quedé sin más líneas que las de tu mano
y un conjuro para espantar el miedo
(que la tristeza se apague)
llorar ciertamente no alcanza
(que la furia se encienda)
sólo temblar el suelo que late
(que la alegría crezca del corazón horadado)
bajo la certeza de un camino que camina
acompañando nuestros pasos inciertos
Nicolás Pazos, Corasangre.
Próximo título de Viajera.
Man Ray |
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