Descubrí a este poeta, lo quiero compartir. Es lo que me pasa cuando descubro algo que me gusta. Y justo -así son estos encuentros- viene terriblemente bien para esta semana en la que nos sumergimos en La Ruptura con Siempre de Viaje (PiP: proyecto invierno pasional. Minuto de Amor Roto). Ignacio se convierte así en el primer invitado virtual, desde Viajera para PiP.
Karina Macció
Interacción comunicacional
Sí, dijo esa noche con el vaso
de ron vacío, después de
la conversación que
derivó en temáticas no adecuadas
para el fin sexual
que la reunión tenía como propósito:
porque después del
diálogo, después de comprar el diario
de madrugada al
chico de 6 años, después de años de
no comer monedas de
chocolate, después de ella y de mí
es decir después de
nosotros que parecíamos para siempre
la idea de llegar
hasta su cuarto a desordenar las sábanas
empezaba a
convertirnos en objetos: quizá por eso la deci-
sión de tomarla de
la mano en calle Mitre y caminar hasta
Alem, para subirme
al colectivo y dejarla ahí en la esquina
parada, diciendo
ahora con la mirada un auténtico sí,
un sí
legítimo: el sí que había sido no empezaba, con sus íconos
gestuales o
metalingüísticos, en el momento menos indicado
a ser sí: la palabra del otro, el habla ajena
introducida en otro
contexto, sea cual
fuere la exactitud de su transmisión, se ve
sometida, siempre,
a determinadas modificaciones semánticas:
cuando yo recupero
el sí que dijo, inevitablemente dejo fuera
una constelación de
lo que también dijo con sus ojos: quiero
decir que el
lenguaje nunca tuvo la facultad de ser la forma
absoluta del
pensamiento: lo supe después, cuando ella quedó
sola en la esquina
diciendo sí, mientras yo me
preguntaba
sobre la ventanilla
de la 500 cómo se lee una mujer
***
Asma
Intentando saltar el alambre en 1988, la línea
divisoria
empezaba a recorrer el camino hacia la
cicatriz, la
marca para siempre, con todo lo que para siem-pre
implica: suturada una vez la herida, se pretendió
que dos
partes desiguales fueran convocadas en una integridad
armónica: la conciencia debida que una línea
divi-
soria merece no fue considerada: una simple cicatriz
pero
detrás se oculta y se muestra a la vez una
causa, el sistema
de condicionamientos que contextualmente
operaron para
que ahí las cosas no quedaran iguales: un
componente más
en el proceso de gestación de la identidad:
una huella que
no es más que otro lenguaje: porque nadie es
hasta que abre
la boca o la letra, y cae en el abismo, la
abertura por la distancia
el no puente, y siente al caos en carne
viva, tras el esfuerzo y el
dolor, el esfuerzo y el dolor de intentar decir
y caer y caer y venir
a darse cuenta de que el grito sería más: entonces
el lenguaje se
vuelve cicatriz, lugar que siempre será un límite,
a la vez que
marca que quema, individual, intransferible,
entre la ima-
gen objetiva y subjetiva del mundo, un camino
imposible, un
surco que marca un no camino, una construcción
equivocada
insuficiente: una auto-herida que el hombre se
ha hecho
***
Lo que la máquina civilización o
urbanidad ha olvidado:
somos
***
† Nihil aut de gemina elegeia: funus †
†
Después de todas las teorías, Caroline
literarias, después de todos los
movimientos de avanzada, ahora, septiembre
dos mil seis, ahora, que la litera-
tura no existe, ahora, que el poema se nos
vuel-
ve tan íntimo, porque, repito
hoy, ahora, la lit no existe, elijo el poema
para construir, así en la forma
como en el fondo, este signo, estético, que
muestra la nada que hay, hoy, en sus prin-
cipios, lo imposible que se vuelve el verso
para arar con el lenguaje la re-
presentación, Caroline, de tus ojos, fe-
roces, por ejemplo, regresando
mansos, al presente, de las drogas; un a-
gravio, una imprudencia, un ultraje, el tu-
yo, Caroline, dejarme, así, como si nun-
ca, así, como si nada, así, como
hoy la lit, de suerte tal que deba, en
nuestros
tiempos, recurrir a esto, lo que, ahora
septiembre, dos mil seis, no es, meramente,
más
que, de momento, cicatriz, recuer-
do, esto que, hoy, no es, repito, ahora,
septiembre, nue-
ve, dos mil seis, cuando la lit no exis-
te, y yo me lo apropio para, con la forma
decir, también, no hay, no queda, acá, nada
†
De El ella real (2009)
***
Adenocarcinoma
Sin embargo al
tacto se notaban
particuladas en su
interior, como
mínimas piedras
bajo la areola:
formaban entonces
parte de una
inofensiva y mera
informalidad la
halitosis, la
excesiva dilatación del
poro, la grasitud
facial, el olor a
humedad en la ropa
Notificación
Sentimos informarle
que debido
al limitado número
de plazos dis-
ponibles y a la
alta cantidad de
solicitantes no
podemos hacerle
ningún tipo de
oferta en este
momento. Mantendremos
su
curriculum vitae en
base para
futuros procesos de
selección.
Reciba usted un cordial saludo
Soler 618
A juzgar por prejuicio o por mandatos
establecidos
hubiera jurado eras analista, secretaria,
mujer de
empresario, corredora de bolsa, doctora; sin
embargo
evidenciando tu no ser de la ciudad, o bien
poéticamente
embelleciendo la culpa, la vergüenza, soles a lo último
dijiste, porque hubiera semejado, en tu voz,
al estruendo
del trueno o la ráfaga de rayo Ballantines night club, Jac-
queline: estás quebrada. Porque nadie va a
pensar qué pasó
por tu corazón para que volvieras mercado tu
cuerpo ni qué
cuando la no correspondencia entre forma y
fondo quedó des-
cubierta, y devino la mujer que ahora te
habita: estás social-
mente quebrada, Jacqueline. Ninguno va a
escuchar que estabas
cansada de la espera en hospitales públicos,
urgida por el ácido
en la sangre, que sólo querías cobertura
social y mantel dignos
que el sacrificio está destinado también a la
cirugía en Chile
y a tu tan
necesaria luna, blanca, en polvo sobre la mesa
El filo de lo real
Primero-sexto-séptimo,
dije, en mil nueve
noventa y nueve,
con ruido al fondo, bajo toda
la tristeza de la
época estival: urdimos el sueño
de cambiar una
parte de la historia: pero “sexto-
cuarto-quinto”,
dijiste, y más allá de ir conmigo
a las tierras de la
zona, arribamos a ningún acuerdo:
paraguayos,
bolivianos, y peruanos en la cosecha
explotados, y a la
hora del pago, en la indigencia
deportados: hicimos
lo justo: fotos, huellas y la
insoportable
burocracia, por supuesto: sin embargo
hay cosas,
pareciera, que son inevitables: la aparición
de un cuarto menor
que falla a tu favor, para dejar en
ruinas lo hasta
ahora construido: de regreso a tus lujos
al entrar como un
tajo en la ciudad: el filo de un espacio
decisivo entre
nosotros: pareciera hay cosas que son
inevitables, hay
cosas, pareciera, que son inevitables
Oración a Karl Marx
El caso es que no puedo ni más empobrecerme ni
con mis contradicciones: no voy esta vez a
pedir
dejar de padecer la plusvalía esta de cada día
ni
evitar enajenarme, así en lo real como en la
consciencia; sin ir más lejos “trabajo”,
siendo
apenas un número, “que les dean trabajo”, hoy
dijo el 054, denunciando la naturaleza
exclusiva
del acceso a la lengua (ácido de la ría hizo
la
zona industrial, y malformación en los peces:
dejaron el agua y tomaron el fuego los
pescadores
artesanales: barcos enormes, de enormes
capitales
capturan la fauna con métodos de avanzada allá
en altamar). El qué de mis palabras es como
rechazo
abrir de un tajo incluso más vacío que el
lenguaje
un espacio irrevocable entre esta escena que
hoy
habito y la alta clase, para, en lo moral como
en lo
político, sentirme liberado de esta dinámica
económica:
lo que antes camino y vista al paisaje, ahora
enrejado
y cientos de containers más control de
prefectura (ni
gaviotas en el cielo ni cañas en muelle:
manchas
industriales oscuras, feroces flotan sobre el
agua
como aquellos que a lo lejos conquistan la
marea
sometiendo a los peces y a las lanchas en el
puerto).
Un filo decisivo honestamente es lo que busco,
tanto
en lo simbólico como en lo real, contra esta
salvaje
maquinaria que asesina: un abismo irreductible
entre
mi historia
personal y la alta sociedad
de a-letheia (2011)
***
Ignacio Uranga (Bahía Blanca, Argentina, 1982) ha publicado los libros El ella real (Argentina, 2009; Ediciones Liliputienses, España, 2013, en edición), a-letheia/ramalaje (obra finalista que obtuvo el primer premio en la Convocatoria Nacional Ediciones En Danza 2012, Argentina), ramalaje (Ediciones OREM, Perú, 2013), ramalaje fue traducido al inglés por Michelle Gil-Montero para Review: Literature and Arts of the Americas (New York, 2013), Materna, prologado por el poeta Premio Cervantes Juan Gelman (Trilce Ediciones, México, 2013), un adelanto de Al grave aparecer de lo que ser ahí fue incluido en la Casa de la las Américas de Cuba (La Habana, 2014). Su último libro entonces Daniela permanece inédito.
Varios de sus poemas han sido incluidos en diversas publicaciones de Argentina, Chile, México, Cuba, Perú, España, Estados Unidos e Inglaterra; entre otras, en la revista Nayagua de la Fundación Centro de Poesía José Hierro (Madrid) y en la revista-libro Sibila (Sevilla, España), incluido por el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, junto a Pedro Lastra y Antonio Gamoneda.
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