domingo, 26 de enero de 2014

Verdades acerca de usted - Nicolás Di Candia

Verdades acerca de usted

Usted sabe leer. En este momento usted está leyendo, y lo que está leyendo es la palabra esto. Ahora no está leyendo esa palabra, sino otras. Sin embargo todavía le retumba. Sabe que no será por mucho tiempo.
Usted acaba de hacer una pausa en su lectura, indicada por la puntuación.
Usted se está preguntando a dónde quiero llegar. Pero continúa leyendo, evidentemente no se decepcionó todavía con las verdades que le estoy disiendo. Usted acaba de notar que “diciendo” está escrito con ese. Lo hice a propósito, sólo para darle la satisfacción de haberlo notado y mostrarle mi imperfección y vulnerabilidad. Tal vez usted esté buscando otros errores ortográficos a ver si puse más, y puede que encuentre. Enese caso, lo felicito.
En los últimos segundos usted no estaba pensando en las Islas Canarias. Pero ahora sí. Ése es mi poder, dirigir su pensamiento hacia donde quiero. Ahora usted va a pensar en: una manzana, un avión, una pelota número cinco, Cristóbal Colón, un ala delta, un terrón de azúcar, cualquier objeto fálico y el color amarillo. ¿Vio? Usted pensó en todas esas cosas, y por lo tanto tengo control sobre su pensamiento.
Usted no se preocupa porque esto es un juego inofensivo, y está tranquilo al saber que el dueño de lo que usted realmente piensa, sobre todo acerca de asuntos relevantes, no es otro que usted. Usted opina que la libertad, la democracia y los derechos humanos son valores admirables. Me atrevería a apostar que usted cree que hay que proteger el medio ambiente. A usted le parece que su educación podría haber sido mejor. Usted desciende de al menos una persona de nacionalidad distinta a la suya. Algunas decisiones que tomó en el pasado le parece que fueron equivocadas. Estoy seguro de que usted está en contra de la esclavitud. Usted disfruta la música, aunque algunos intérpretes le gustan más que otros. En ocasiones se olvida de qué es lo que estaba haciendo, y pasa algunos instantes tratando de recordarlo. Usted a veces se arrepiente luego de realizar alguna actividad. En este momento usted está vivo. Además, está compuesto mayormente de agua. Sin que nadie le haya enseñado a hacerlo, usted inhala oxígeno y exhala dióxido de carbono. Lo mismo hacían sus ancestros. Usted ya hace varios párrafos que agarró la idea. Sin embargo, sigue leyendo. Eso quiere decir que le interesa cómo va a seguir. Le interesa particularmente cómo va a terminar. Y seguro me quiere agarrar en alguna inexactitud. No lo conseguirá, soy muy cauto para estas cosas. Por eso, lo que más me conviene es terminar rápido. Así que va la última verdad: al acabar esta oración, usted llegará al final.



Nicolás Di Candia, Léame.
Viajera, 2011.

Hombre sentado leyendo. Vincent Van Gogh

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