7 cangrejos de madera
siguen en la línea que divide
las corrientes
llevan sus deseos en la superficie
siguen al hilo blanco
juntan algas residuos
que estornudan
en escalera hombres y mujeres
(no hay muros
sino limitantes)
el sol confunde
los carros antiguos arrastran ilusiones
los médicos son amigos de garcía márquez
el reloj del hospital detenido en la cola
de un pavo real
y un cartel escrito a mano reza
recipientes de vidrio para soluciones
botella de ron o símil
pasean en tren de matanza
inocencias utópicas
tendrán que dañar/
se las estrellas
algún lunar será atópico
las noches orientan la ruta
con luz apropiada
los pequeños ven más
que los adúlteros
la moneda es la otra cara
del veneno
el silencio y la paciencia
decoloran el páramo
la furia se lee resignación
y los sueños dentro de los zapatos
espían
acceso bloqueado
a ver
sugiere imaginar la antártida
jugar con osos blancos
un poeta famoso recita
en el viejo teatro mella de la habana
reconstruye placas radiográficas
viajando por el mundo
manda metamensajes
un padre con 50 zafras
no paga un sombrero
foráneo
india está lejos
como el frío
hacen falta
mahatmas
7 cangrejos de madera
siguen la línea
me despido del humano
que cobija cohíbas
en cajas de madera
la triste fragmentación
el humo que somos
países cuidando fronteras
exiliantes
menos sensibles al hueso
no pude adherirme
ni al último
que da lugar a los contrarios
no sé quién quiero ser
si me dan vuelta
no sé si me despido
o recién estoy llegando
todavía
Zona Futuro en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires |
perforar intangibles deseos
de absorber
devenir
desafiar lo invisible
en un laboratorio donde
imágenes del mundo retro/
ceden
cada mañana uno
es más niño
todos quieren crecer
la noche también
muta
efecto invernadero
el derviche
en el oráculo sin luna
habla
los hijos van
decreciendo
las mascotas los árboles
yo escribo minimal
pero me salen canas
llueve sal a toda hora
colores inusuales adornan la vegetación
se adhieren a todo
llegar ahí
donde nadie se reconoce
la única luz es la de la sal
tomar las propias decisiones
en la utopía
música en el interior de la tierra
una voz guardada
al presente
luces azules señalan
un tiempo que se agota
un bloque eterno
avanza hacia el todo
continente incontinente
como sus habitantes lentos
bailan los derviches
punta de un iceberg que respira
mensajes del frío
¿qué es la danza sino boyas
que anclan el misterio
lo más profundo
raíces mutiladas
de árboles estratégicos para
alguien?
barreras de corales
emergen del
mar uréter
contactar al aire a priori
los convierte en murallas
infranqueables
lluvia de metales
único alimento posible
el hormiguero umbical
origina
el color
al cabo del destiempo
durante las noches
los corales recobran
su belleza.
Néstor Cheb Terrab, Sonomama, Viajera Editorial, 2012
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